A base de ejercicio físico el cerebro rejuvenece. Arthur Kramer.

Atleta de despacho

Redacta informes sobre envejecimiento y tecnología para el presidente Obama mientras galopa en su bicicleta estática y, pese a seis operaciones de rodilla y su cojera, camina a diario 11 kilómetros en su escritorio-cinta mientras consulta e-mails. «No sé si eso es muy sano», le digo. «Llevo 20 años estudiando el tema –me replica– y sé que pequeñas cantidades de ejercicio tienen efectos importantísimos en la cognición y salud cerebral. Además, podemos empezar tarde en la vida y mejorar. Lo que le cuento no es una percepción optimista, es investigación científica». Ha participado en B.Debate, organizado por Biocat y la Obra Social La Caixa, donde otros expertos han explicado cómo influye en el cerebro dormir, comer y relacionarse.

Si hace deporte, su cerebro rendirá más y mejor.

Eso lo sabemos desde el siglo I: Mens sana in corpore sano.
Ahora tenemos evidencia científica. A pesar de ello, la mayor parte de la gente no hace ningún tipo de ejercicio.

¿Y qué ejercicios convienen al cerebro?
Hemos investigado mucho los efectos del ejercicio aeróbico y de caminar. Correr, ir en bicicleta y nadar conducen a mejores cerebros tanto estructural como cognitivamente. Y sabemos que con el ejercicio el cerebro rejuvenece.

¿…?
Los cerebros, con la edad, se encogen, pero el cerebro envejecido de una persona que hace ejercicio es del mismo tamaño que el de los jóvenes, está mejor conectado y su activación funcional (cuando recuerda, responde a algo o memoriza) tiende a ser como la de una persona joven. Mire a esta mujer.

¿Una atleta octogenaria?
Súmele 13 años más, que es la edad que tenía Olga Kotelko cuando la estudié. Corría 400 metros a toda velocidad y practicaba todas las modalidades de atletismo. Según nuestra comparativa, la interconexión cerebral de Olga estaba mejor a sus 93 años que la de las mujeres de 60.

Si siempre fue una atleta, es trampa…
Empezó a competir a los 75 años. Antes de retirarse era maestra y hacía poco ejercicio. Murió el año pasado a los 95 años mientras dormía, tres días después de competir en Finlandia.

La fiebre del footing nos lleva a correr por calles contaminadas y a destrozar rodillas.
No hay investigaciones sobre correr en espacios contaminados. En cuanto a las rodillas, son fáciles de arreglar, pero no el cerebro.

Menudo consuelo.
Yo me he sometido a seis intervenciones de rodilla y todavía puedo escalar paredes.

¿Qué le sorprende?
Que se necesita hacer muy poco ejercicio físico para obtener grandes beneficios cognitivos. Hemos realizado estudios con personas que han hecho ejercicio de tres a cinco horas a la semana durante seis meses o un año, y su memoria y razonamiento han mejorado un 20%.

Usted dice que la actividad física estructura el cerebro. ¿Qué significa eso?
Los hámsters que están dando vueltas en su rueda tienen más neuronas en el hipocampo (área esencial para la memoria), niveles superiores de neurotransmisores (que permiten que las neuronas comuniquen entre sí) y más neurotrofinas (neuroprotectores).

¡Todos a la rueda!
Los atletas roedores presentan una estructura vascular superior, más flujo sanguíneo en el cerebro e, incluso, mitocondrias (orgánulos que generan energía en las células) más eficaces.

Pues del humano nómada primitivo pasamos al humano sentado: el inteligente.
Como resultado de nuestra vida sedentaria hoy tenemos niños con enfermedades de adultos como la hipertensión y la diabetes. Algunos cambios evolutivos no son positivos para la salud. Incluso hay investigadores e importantes revistas científicas que afirman que los niños de hoy no serán tan longevos como sus padres.

Controvertida afirmación.
También son controvertidos los juegos de cognición a través de ordenador para que los mayores mantengan joven la mente. Hay muy poca evidencia de una transferencia del juego al mundo real y les priva de moverse e interactuar con otros, que sí está demostrado que funciona.

¿Qué dicen los estudios epidemiológicos?
Que la actividad física, la implicación intelectual y la interacción social hacen que la frontera de edad en que la gente contrae alzheimer se aleje.

¿Qué hacemos con la osteoporosis?
Levantar pesas. La gente que hace ejercicio aeróbico tiene menores tasas de osteoporosis. Ayer caminé 15 kilómetros temprano por la mañana, es lo que hago cuando viajo.

¿Y qué hace cuando no viaja?
Voy al gimnasio, levanto pesas, leo el periódico en la bicicleta estática y corrijo los exámenes de mis estudiantes mientras corro en la cinta.

No sé si eso es muy sano.
Mejor que hacerlo sentado. En mi oficina tengo un escritorio con una cinta que me permite caminar mientras trabajo.

¿Pero no decían que no somos capaces –especialmente los hombres– de hacer dos cosas a la vez?
Eso lo dicen las mujeres, ja, ja. Pero sí, ambos somos malos a la hora de hacer dos tareas a la vez, y los peores, los pequeños y los mayores.

Los cerebros de las nuevas generaciones ¿ya vienen con la multitarea incorporada?
Una experiencia distinta conduce a una estructura distinta del cerebro. Cualquier experto –una bailarina, un jugador de baloncesto o un pianista– tiene el cerebro diferente debido a miles y miles de horas de práctica.

No me ha quedado claro si es mejor aprender un idioma o caminar una hora.
No conozco ningún estudio comparativo, pero en San Francisco había un gimnasio cuyo lema era “Spinning y aprendizaje a la vez”. Estudiaban español mientras iban en bicicleta por los campos de Castilla.

Quebraron.
Sí, pero fue por unos precios desorbitados.

Si has fumado, bebido y trasnochado hasta los 50, ¿tiene remedio tu cerebro?
Puedes empezar a hacer ejercicio a los 70 años y beneficiarte de ello.

Fuente la contra