Se trata de los postulados en los que se sustenta la PNL, basándose en la observación de la conducta y en el aprendizaje del ser humano, así como en la forma de percibir y vivir las experiencias.
Estos principios se basan en la utilidad, no en la veracidad. No se trata de querer demostrar la verdad, sino de ver que son algo útil y nos pueden ayudar, y en la medida en que seamos capaces de integrarlos, podremos lograr un cambio positivo en cualquier ámbito de nuestra vida.
Así como la psicología trata de describir las dificultades, clasificarlas y encontrar las causas, la PNL se basa en principios muy diferentes, estudiando cómo estructuramos nuestros pensamientos para producir unas emociones.
La PNL se puede describir como un proceso pedagógico de aprendizaje: nos enseña cómo podemos utilizar nuestro cerebro para producir cambios.
Las presuposiciones constituyen una guía que facilita el aprendizaje y la integración de la PNL y se pueden resumir así:
-El mapa no es el territorio.
-Procesamos la información a través de los cinco sentidos.
-Todo comportamiento tiene una intención positiva.
-Ningún comportamiento tiene sentido fuera del contexto en el que ha sido realizado.
-Cada persona posee o puede adquirir los recursos que necesita para lograr sus objetivos.
-La persona con mayor flexibilidad tiene mayor número de posibilidades de éxito.
-Estando en presencia de otra persona es imposible no comunicarse con ella, no influirle o no ser influido por ella.
-En la comunicación no existen fracasos, solamente resultados.
-El error es una etapa en el camino del aprendizaje.